Un día de semana, con un universo entero sobre sus cabezas, Claudia y Eri buscaron un lugar pequeño para respirar, pero no había.
Así que Claudia tuvo que volver al instituto, donde todos los profetas y apóstoles iban a clase de dictado, Lucas también estaba allí.
- En verdad os digo que antes de “b” y “p” va “m” y bienaventuradas las palabras que no sean llanas ni agudas, porque ellas serán esdrújulas.
Lucas levantó la mano.
- Maestro.
- Dime Lucas.
- ¿Esto entra en el examen?
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